Ah peregrinos que andáis congojosos,
tal vez por cosa que no está presente,
¿Es que venís de tierras tan remotas,
como lo pàrecéis por vuestro aspecto,
que no lloráis cuando cruzáis por medio
de la ciudad atribulada, como
esas personas que en ninguna forma
comprendiesen lo grande que es su pena?
Si para oírlo os detenéis, me dice
suspirando en verdad mi corazón,
que llorando después saldréis de ella.
Porque ha perdido a su benefactora;
y lo que de ésta pueda referirse,
tiene el poder de hacer llorar a todos.
Dante Alighieri
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