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miércoles, 16 de diciembre de 2015

Dedicatoria escrita sobre la foto de un grpo de milicianas:

Vivaces, con aire desenvuelto,
fusil de cinco pies,
la luz del sol naciente
ilumina el campo de ejercicios.
Las mujeres de China
alimentan extrañas ambiciones,
no les gusta vestirse de rojo,
les gusta vestirse de soldado.

Mao Tse-Tung

Vuelta a Shaoshan:

Partida desvanecida ya en un sueño
maldigo el río que se desliza
el viejo patio
de hace treinta y dos años.
Banderas rojas arrolladas
a las lanzas de los campesinos esclavos,
manos negras alzaban en alto
las fustas de los tiránicos patronos.
Gracias a los sacrificios,
a tantas firmes voluntades,
osamos ordenar a la luna y al sol
darnos un cielo nuevo.
Feliz, observo mil lentas ondas
de arroz y trigo,
desde todas partes los héroes
se hacen presentes en la tarde brumosa.

Mao Tse-Tung

A Li Shuyi:

Yo he perdido a mi soberbio álamo Yang,
tú, a tu sauce Liu,
Yang y Liu, ligeros en alas del viento
suben derechos al noveno cielo.
Preguntan a Wu Gang qué puede ofrecerles,
Wu Gang les sirve vino de casia.

La solitaria Chang E
despliega sus anchas mangas,
danza en el espacio infinito
por estos dos nobles espíritus.
Súbita, la noticia de que en el mundo
ha sido abatido el tigre:
las lágrimas que vuelan súbitas
se convierten en lluvia torrencial.

Mao Tse-Tung

Nadar:

Acabo apenas de beber el agua de Changsha
y de comer los peces de Wuchang.
Cruzando el río
a lo ancho de mil millas
la mirada se pierde
en el limpio cielo de Chu.
No presto atención al viento que sopla,
a los golpes de las olas:
hoy sé lo que es la abundancia,
más que paseando ocioso
en un jardín, sin dirección.
El maestro dijo a las orillas de un río:
«¡Fluye la vida como las aguas de un río!».

El viento agita los árboles seculares,
Tortuga y Serpiente permanecen inmóviles,
se inicia un grandioso proyecto:
de sur a norte
vuela el armazón de un puente,
la barrera del cielo
se transforma en carretera
al oeste del río
surgen escolleras de piedra:
retienen las lluvias
de las nubes del Monte de la Bruja,
en las altas abras
forman lagos tranquilos.
Si los dioses fuesen inmortales:
¡Qué asombro ante un mundo tan cambiado!

Mao Tse-Tung

Beidaihe:

Fuerte lluvia ha caído sobre Youyan,
blancas olas se alzan al cielo,
las barcas de pesca han salido,
de Qinghuangdao. Sobre el mar abierto
nada se ve ya:
¿Quién sabe adónde han ido?

Mil años transcurridos desde cuando
Wei Wu jugueteaba con su fusta.
Nos queda su poema
«Al este del Pico de Piedra»
Aún hoy «el viento de otoño
susurra solitario y desolado».
Entre los hombres todo ha cambiado.

Mao Tse-Tung

Respuesta al profesor Liu Yazi:

Octubre, 1950

Larga noche, a duras penas la roja luz
se ha abierto paso en el cielo,
por cien años demonios y monstruos
danzaron corriendo y arremolinándose,
un pueblo de seiscientos millones
desunido y dividido.

Pero ha cantado el gallo
y todo resplandece bajo el cielo,
resuena la música en diez mil lugares,
incluso en Khotan,
nunca antes de ahora
estuvieron los poetas tan inspirados.

Mao Tse-Tung

Respuesta al profesor Liu Yazi

29 de Abril, 1949

No podré olvidar el té que bebimos en Yuehai,
los versos que me pediste en Yuzhou
cuando amarilleaban las hojas.
Treinta y un años, y he vuelto
a la antigua capital,
en la estación en que las flores marchitan
doy lectura a tus espléndidos versos.
Protegidos de las inquietudes
que atenazan el corazón,
conviene las cosas del mundo medir
con limpia mirada.
No digáis que el lago Kunming
tiene las aguas poco profundas,
para contemplar los peces
es mejor el río Fuchun.

Mao Tse-Tung

El ejército popular de liberación ocupa Nanking:

El monte Zhong entre los vientos y la lluvia
se alza verde y amarillo,
un millón de heroicos soldados
cruzan el Gran Río.
Tigre agazapado, dragón amenazante
hoy más bellos que nunca,
trastocado el cielo, revolucionada la tierra,
nos sentimos generosos y magnánimos.
Debemos armarnos de valor,
perseguir a los extenuados bandidos,
no se puede conseguir la fama
imitando a Ba Wang.
Si el cielo tuviera sentimientos,
también el cielo envejecería,
entre hombres, el camino justo es transformar
el ancho mar en un jardín de granados.

Mao Tse-Tung

Nieve:

Paisaje de las tierras del norte:
mil millas selladas por el hielo,
diez mil millas barridas por la nieve.
A un lado y a otro de la Gran Muralla
sólo ves espacios sin límites,
el Gran Río, entre montes y valles,
ha detenido su curso impetuoso.
Los montes, danzarinas serpientes de plata,
los altiplanos, elefantes de cera al galope,
compiten en altura con el Cielo.
Espera un día de sol: mantel rojo sobre el blanco
te parecerán fascinantes y seductores.

Ríos y montañas tan hermosos:
héroes innumerables les rindieron homenaje.
-¡Ay! a Qin Huang y Hang Wu
les faltaba  un poco de cultura.
Tang Zong y Song Zu
no tenían modales refinados,
Gengis Khan,
soberbio hijo del Cielo
sólo sabía tender su arco
para asaetear las águilas
-¡Todos han desaparecido!
Para encontrar hombres de palabra e ingenio
volveos a contemplar el presente.

Mao Tse-Tung

Monte Liupan:

El cielo alto, nubes claras,
nos detenemos a contemplar los ánades salvajes
que vuelan hacia el sur.
Si no alcanzamos la Gran Muralla
no somos chinos de verdad,
cuento con los dedos el camino ya recorrido:
diez mil kilómetros.

Sobre la alta cima del monte Liupan
las banderas rojas lentamente
se despliegan al viento del oeste.
Hoy tenemos en nuestras manos la larga cuerda:
¿Cuándo amarraremos al Dragón Verde?

Mao Tse-Tung

Kunlun:

A través del espacio surge de la tierra,
gran Kunlun,
testigo de todas las alegrías del mundo.
Tres millones de dragones de jade
alzan el vuelo,
en el hielo punzante
reverbera todo el cielo,
en el verano
se disuelven las nieves,
escurren las aguas henchidas,
desbordan el Yangzi y el Huanghe,
se transforman los hombres
en peces y tortugas.
Mil otoños de méritos y culpas:
¿quién se atreverá a criticarlos?

Pero hoy digo yo al Kunlun:
de nada sirve tanta altivez,
de nada sirve tanta nieve.
¿Cómo podré apoyarme en el cielo
y desenvainar la preciosa espada
para aferrarte y cortarte en tres partes?
Una parte la daría a Europa,
una parte a América
una parte quedaría para el Oriente.
Gran equilibrio en el mundo,
frío y calor son iguales
en toda la superficie de la tierra.

Mao Tse-Tung

martes, 15 de diciembre de 2015

La larga marcha:

El Ejército Rojo no teme las dificultades de la Larga Marcha
diez mil ríos y mil montañas: sólo una broma.
Las Cinco Cadenas, un sendero serpeteante de pequeñas olas,
los inmensos montes Wumeng, rodantes pelotas de arcilla.
Ardientes las rompientes del río Arenas de Oro heridas por las nubes,
frías las cadenas de hierro del puente sobre el río Dadu.
Más todavía nos alegran las mil millas nevadas de los montes Min,
los Tres Ejércitos las han superado y todos los rostros se abren en una sonrisa.

Mao Tse-Tung

Tres poesías de dieciséis caracteres:

I

Montañas,
con la fusta azuzo al caballo, no bajo de la silla.
Alarmado vuelvo la cabeza:
el cielo está sólo a tres pies.

II

Montañas,
Grandes olas rizadas de mares y de ríos turbulentos.
Fuga afanosa
de mil caballos desbocados.

III

Montañas,
cimas azules que traspasan el cielo turquesa.
Caería el cielo
si no sostuviesen su bóveda.

Mao Tse-Tung

El desfiladero de Lonshan:

Aspero es el viento del oeste,
grita en el cielo el ánade salvaje
en la gélida luna de la mañana.
En la gélida luna de la mañana
quebrado rumor de chanclos herrados,
extinguido el sonido de los cuernos.

No digáis que es como el hierro
el duro desfiladero
hoy mismo pasaremos a pie
más allá de la cima.
Más allá de la cima
montes azules como mar,
sol agonizante como sangre.

Mao Tse-Tung

Huichang:

En oriente nace el sol,
no digáis que es pronto
para ponerse en camino.
El hombre no envejece
caminando por verdes montañas,
en estas regiones con paisaje
de incomparable belleza.

Fuera de los muros de Huichang altas cimas
se suceden en confusión
hasta el océano oriental.
Los combates señalan en dirección a Nanyue,
todavía más vívido y hermoso.

Mao Tse-Tung

Dabaidi:

Rojo naranja amarillo verde
azul índigo violeta,
¿quién danza en el espacio
llevando de la mano la cinta multicolor?
Tras la lluvia vuelve oblicuo el sol,
gargantas y montañas
una a una tórnanse azules.

Arreció hace un año sangrienta batalla,
los proyectiles taladraron
los muros de los poblados
como adornos y condecoraciones
y los desfiladeros de las montañas
aparecen hoy más bellos que nunca.

Mao Tse-Tung

Contra la segunda campaña de «cerco y aniquilamiento»:

Por sobre la cima del monte Nube Blanca
quisieran alzarse las nubes,
al pie del monte Nube Blanca
gritan voces excitadas.
Árboles secos y ramas podridas
juntan sus esfuerzos.
Un bosque de fusiles se yergue.
Los generales volantes
se precipitan desde el cielo.

Trescientos cincuenta kilómetros
recorridos en quince días.
Verdiazul el agua del Gan,
verde-jade los montes de Min,
mil ejércitos aniquilados
como quien enrolla una estera.
Hay hombres que lloran:
¡Ay de mí! ¡De qué sirve
atrincherarse a cada paso!

Mao Tse-Tung

sábado, 28 de noviembre de 2015

Contra la primera campaña de «Cerco y aniquilamiento»:

Diez mil árboles otoñales,
cielo de hielo.
El furor de los soldados celestes
se eleva hasta las estrellas.
Escondidos en la neblina
las mil cumbres de Longgang.
Se oye, a coro, gritar:
«La vanguardia ha capturado a Zhang Huzain».

Todavía doscientos mil soldados en el Gan,
el humo hace torbellinos con el viento,
toca casi el cielo.
A la llamada se alzan millones
de obreros y campesinos
a luchar con un solo corazón.
Al pie del monte Buzhou
un alborotar de banderas rojas.

Mao Tse-Tung

martes, 24 de noviembre de 2015

De Tingzhou a Changsha:

En junio los soldados celestes
atacan al pútrido mal,
con cuerda larga de diez mil pies
amarrarán al leviathan y al roc.
A orillas del Gan
un ángulo de tierra ha enrojecido,
los soldados han permitido
que lo ocupase Huang Gonglue.

Un millón de obreros y campesinos
saltan todos de alegría,
conquistado el Jiangxi
como se enrolla una estera
atacan derechos sobre Xiang y E.
El canto grave de la Internacional
violento huracán, para mí, del cielo.

Mao Tse-Tung

Camino de Guangchang:

El ancho cielo está completamente blanco,
el ejército avanza en la nieve,
situación cada vez más difícil.
Por encima de las cabezas, altas montañas,
al otro lado del gran desfiladero
el viento agita las banderas rojas.

¿Adónde lleva este camino?
Al río Gan
confuso entre el viento y la nieve.
Ayer fue dada la orden:
diez mil obreros y campesinos
descienden sobre Ji'an.

Mao Tse-Tung