El cielo alto, nubes claras,
nos detenemos a contemplar los ánades salvajes
que vuelan hacia el sur.
Si no alcanzamos la Gran Muralla
no somos chinos de verdad,
cuento con los dedos el camino ya recorrido:
diez mil kilómetros.
Sobre la alta cima del monte Liupan
las banderas rojas lentamente
se despliegan al viento del oeste.
Hoy tenemos en nuestras manos la larga cuerda:
¿Cuándo amarraremos al Dragón Verde?
Mao Tse-Tung
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