El monte Zhong entre los vientos y la lluvia
se alza verde y amarillo,
un millón de heroicos soldados
cruzan el Gran Río.
Tigre agazapado, dragón amenazante
hoy más bellos que nunca,
trastocado el cielo, revolucionada la tierra,
nos sentimos generosos y magnánimos.
Debemos armarnos de valor,
perseguir a los extenuados bandidos,
no se puede conseguir la fama
imitando a Ba Wang.
Si el cielo tuviera sentimientos,
también el cielo envejecería,
entre hombres, el camino justo es transformar
el ancho mar en un jardín de granados.
Mao Tse-Tung
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