En mis visiones de la noche oscura
soñé con alegrías que se fueron;
pero un sueño de vida y luz, despierto,
me ha dejado abrumado de dolor.
¡Ah! ¿qué hay que no sea un sueño, por el día,
para aquél cuyos ojos se dirigen
a las cosas que están en torno suyo
con un rayo que vuelve hacia el pasado?
Ese sagrado sueño, sí, ese sueño,
mientras el mundo entero disputaba,
me ha alentado como un fulgor amable
que a un solitario espíritu guiase.
Pues aunque en la distancia temblara aquella luz
a través de la noche y la tormenta,
¿qué podía brillar con más pureza
en la estrella matutina de la verdad?
Edgar Allan Poe
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