"Raras veces encontramos -dice Solomon Don Dunce-,
ni la mitad de una idea en el soneto más profundo.
A través de las cosas endebles vemos de inmediato
tan fácil como a través de un sombrero de Nápoles,
-¡basura de baruas! ¿cómo puede ponérselo una dama?-,
aunque mucho más pesadas que tus cosas petrarquianas,
necedades de pedantería lechucesca que el más ligero soplo
convierte en confetti mientras las lees."
Y, verdaderamente, Solomon tiene bastante razón.
Las fatigosidades generales son puras burbujas,
efímeras y por tanto transparentes,
pero esto es, ahora, -podéis contar con ello-
estable, opaco, inmortal, todo por fuerza
de los queridos nombres ocultos en su interior.
Edgar Allan Poe
No hay comentarios:
Publicar un comentario