sábado, 4 de julio de 2015

Me voy porque la espiga y la aurora no son mías:

He andado perdido por el mundo pidiendo pan y luz.
¡Y el sol es pan y luz!
¡Miradle cómo sale del horno y asciende en el alba para todos,
con su doble corona de harina y de cristal!...
¡Oh, Dios antiguo y generoso, proscrito por el hombre!
Tú ahí siempre, puntual en la espiga y en la aurora
y yo aquí hambriento y ciego, con mi grito mendigo perdido
tantas veces en la historia...

León Felipe

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