Parece que el lobo
anda por las calles: ¡Cuidado muchachos!
Con mal talante
y dientes afilados:
¡Cuidado muchachos!
Los ojos ciegos
furioso el ademán:
¡Cuidado muchachos!
¡Cuidado muchachos!
Sábanos moradas
Un zapato, he ahí,
sólo y arrugado:
viudo de la violencia
y arrancado
de un pie virulento
en medio de la calle.
Genuflexo zapato
ante una gota de sangre.
Blancas sábanas
El frío no tiene corazón
Pero...
¡Qué hermoso
el claro sol
sobre
la nívea primavera!
Juan Cruz Igerabide
No hay comentarios:
Publicar un comentario