viernes, 19 de junio de 2015

Casa arrasada:

En ella hay rostros escondidos
detrás de cristales empañados por el polvo
y el abandono y la lluvia de muchas estaciones.
Rostros ensimismados que aparecen breves
en esta o en esa ventana y que de haberlo
espiarían el regreso del pródigo, del huído
y del aventurero.
Rostros al otro lado de un vidrio quebrado.
Rostros con un trazo de bala encerrados
en un viejo marco. Desconocida la mano
que disparó el arma. Desconocido aquel
que posee la medalla al valor
con un balazo en el rostro.

Miguel Sánchez Ostiz

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