Mi pobre alma pálida
era una crisálida.
Luego, mariposa
de color de rosa.
Un céfiro inquieto
dijo mi secreto…
“¿Has sabido tu secreto un día?
¡Oh Mía!
Tu secreto es una
melodía de un rayo de luna…”
era una crisálida.
Luego, mariposa
de color de rosa.
Un céfiro inquieto
dijo mi secreto…
“¿Has sabido tu secreto un día?
¡Oh Mía!
Tu secreto es una
melodía de un rayo de luna…”
“¿Una melodía?”
Rubén Darío
No hay comentarios:
Publicar un comentario