¡Ay! Lo que he escrito sobre la pared y la mesa
con el corazón y las manos de un loco,
¿servirá para adornarlas?
Vosotros decís: «Tus manos de loco emborronan;
hay, pues, que limpiar pared y mesa
hasta que no quede ninguna huella».
¡Permitidme! Os echo una mano.
Aprendí a usar esponja y escoba
como crítico, como genio acuático.
Y cuando acabemos la tarea,
me gustaría veros, supersabios,
llenarlas con sabiduría de mier...
Friedrich Nietzsche
No hay comentarios:
Publicar un comentario