Suntuosa Leonarda.
Carne pontifical y traje blanco,
en las barandas de «Villa Leonarda».
Expuesta a los tranvías y a los barcos.
Negros torsos bañistas oscurecen
la ribera del mar. Oscilando
—concha y lota a la vez—
viene tu culo
de Ceres en retórica de mármol.
Federico García Lorca
No hay comentarios:
Publicar un comentario