Desapareces sin dejar rastro
aquel muchacho del sur,
moreno y rechoncho
de gafas y corazón apasionado.
No se puede decir que fuera muy sabihondo
pero su madre, también morena
creía eso y lo suficiente
para que los amigos lo quisieran.
Ese día la marea alta
preguntó por él
pero quedó sin respuesta.
La marea bajó a la hora convenida
triste y desesperada.
Los parientes y amigos fueron a buscarle
para mantener un poco de esperanza.
Después de preguntar al viento y a las nubes
sobre él, en sus corazones hallaron la respuesta.
Pero no podían contener la rabia
y alguien inventó extrañas historias
cuentos sucios de traiciones y engaño,
entre hermanos, olvidados ya.
Hoy a cada nueva marea alta
la mar pregunta por él,
por aquel muchacho moreno del sur.
Desapareció sin dejar rastro,
pero todos sabemos que lo mataron
y la rabia vuelve a renacer
a una con la marea alta.
Joakin Balentzia
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