Ay, triste del que un día en su esfinge interior
pone los ojos e interroga. Está perdido.
Ay del que pide eurekas al placer o al dolor.
pone los ojos e interroga. Está perdido.
Ay del que pide eurekas al placer o al dolor.
Lo que el árbol desea decir y dice al viento,
y lo que el animal manifiesta en su instinto,
cristalizamos en palabras y pensamientos.
Nada más que maneras expresan lo distinto.
y lo que el animal manifiesta en su instinto,
cristalizamos en palabras y pensamientos.
Nada más que maneras expresan lo distinto.
En el país de las Alegorías
Salomé siempre danza,
ante el tirado Herodes,
eternamente.
Salomé siempre danza,
ante el tirado Herodes,
eternamente.
Y la cabeza de Juan Bautista,
ante quien tiemblan los leones,
cae al hachazo. Sangre llueve.
ante quien tiemblan los leones,
cae al hachazo. Sangre llueve.
pues la rosa sexual
al entreabrirse
conmueve todo lo que existe,
con su efluvio carnal
y con su enigma espiritual.
al entreabrirse
conmueve todo lo que existe,
con su efluvio carnal
y con su enigma espiritual.
Rubén Darío
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