sábado, 17 de octubre de 2015

Loco desesperado:

¡Ay! Lo que he escrito sobre la pared y la mesa
con el corazón y las manos de un loco,
¿servirá para adornarlas?

Vosotros decís: «Tus manos de loco emborronan;
hay, pues, que limpiar pared y mesa
hasta que no quede ninguna huella».

¡Permitidme! Os echo una mano.
Aprendí a usar esponja y escoba
como crítico, como genio acuático.

Y cuando acabemos la tarea,
me gustaría veros, supersabios,
llenarlas con sabiduría de mier...

Friedrich Nietzsche

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