domingo, 13 de septiembre de 2015

El llanto tan amargo:

«El llanto tan amargo que habéis hecho,
ojos míos, durante tanto tiempo,
llorar también hacía a otras personas
por compasión, como pudisteis ver.

Ahora creo que se os olvidaría,
si por mi parte fuese tan traidor,
que cualquier ocasión no os alejase,
recordándoos a aquella a quien llorasteis.

Me intranquiliza vuestra vanidad,
y me da espanto, tal que temo mucho
un rostro de mujer que os está viendo.

Nunca debisteis a vuestra señora,
que muerta está, olvidar sino muriendo.»
Habla así el corazón, luego suspira.

Dante Alighieri

No hay comentarios:

Publicar un comentario