jueves, 5 de noviembre de 2015

No perturba a las monjas la estrechez del convento:

No perturba a las monjas la estrechez del convento;
contentos con sus celdas están los ermitaños,
y con su pensativo castillo el estudiante;
la muchacha en su rueca, en su telar quien teje,

están en paz sentados; las abejas que suben
buscando el polen hasta la cumbre en Furnes-fells,
murmuran horas y horas dentro de las campánulas;
la cárcel que nosotros mismos nos imponemos

no es cárcel: así, en muchos humores diferentes,
me ha sido un pasatiempo quedar encadenado
en la escasa parcela de tierra del soneto;

satisfecho si algunos (pues los tiene que haber),
para quienes la mucha libertad fue una carga,
encuentran aquí breve solaz, tal como yo.

William Wordsworth

1 comentario:

  1. Un bello soneto de consolación en donde nos conduce por los laberintos de las cárceles creadas por nosotros mismos

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