miércoles, 16 de diciembre de 2015

A Li Shuyi:

Yo he perdido a mi soberbio álamo Yang,
tú, a tu sauce Liu,
Yang y Liu, ligeros en alas del viento
suben derechos al noveno cielo.
Preguntan a Wu Gang qué puede ofrecerles,
Wu Gang les sirve vino de casia.

La solitaria Chang E
despliega sus anchas mangas,
danza en el espacio infinito
por estos dos nobles espíritus.
Súbita, la noticia de que en el mundo
ha sido abatido el tigre:
las lágrimas que vuelan súbitas
se convierten en lluvia torrencial.

Mao Tse-Tung

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